Hey! Soy Fiorella, administradora de profesión, por cumplir 30 el 5 de setiembre (falta regular, pero el tiempo pasa volando, como cuando no sabes en qué momento se te fueron 30 años de tu vida). Decidí escribir de varios temas, empezando por uno que ha sido mi cruz desde púber: el amor, enamoramiento, amores no correspondidos, gustos no compartidos, relaciones fallidas, etc.
Sería tedioso compartir ahora tooooodoooo mi historial amoroso, así que empezaré por mi más reciente decepción (aunque en realidad han sido dos, pero una la tocaré a grandes rasgos ya que hay terceros implicados que no querrán enterarse que sin ser navidad, llevan bien puestos los cachos, cuales Rodolfos).
Obviamente, no daré nombre reales (o quizá sí). Sin embargo, la finalidad de este blog es solo poder sacar de mi cabeza y de mi mente todo lo que sé no me va a servir, lo que sé me está dañando de uno u otro modo, y sirva de materia para todas aquellas chicas, jóvenes y no tan jóvenes, que sufren del delirio amoroso, como yo.
Empecemos...
Estoy por cumplir 1 año soltera, y en este tiempo he estado tranquila, conociendo toda clase de chicos, retomando amistades pasadas, haciendo nuevas y, sobretodo, conociendome más.
Tranquila es un término literal, ya que cada chico que he conocido ha sido un mundo bastante distinto del otro, y en algunos casos, cual Freezer al planeta Veguita, tuve muchas ganas de destuir jaja.
El último mundo (caso, situación, suceso) se llama Renato (no es nombre real). Ingeniero de profesión, menor que yo por un par de años, algo risueño, tranquilo (eso decía yo), no tan guapo ni como a mí me gustan, pero me hacía reír y mostraba cierto interés, lo cual me gustaba.
Entre varios tira y jala (es decir, entre darnos a entender que si nos gustábamos y no) llego el día en que acepté compartir la movilidad con él (dije: por qué no? parece buenito). Ese mismo día, quedamos en salir la semana siguiente (situación que dudo muchísimo, se dé) a bailar o hacer algo. Camino a nuestras casas (ya que vivimos en la misma ruta) ibámos conversando, riendo, contándonos cosas de nuestra vida. Y en eso, en pleno transporte, POM! el primer beso (nunca tuve uno tan romántico, en plena vía expresa xD). Se ofreció en ir a mi casa y dejarme en la puerta (qué lindo, pensé). Camino a mi casa, seguimos conversando, besándonos, me tomó de la mano y comenzamos a caminar (más lindo!!!!). Ya casí llegando a mi casa, la situación se puso intensa y trato de proponer ir a otro lado (sí, a ese que están imaginando) a lo que, obviamente, le puse un pare, con mi carota de asada y mi mirada de tiburón. Nos volvimos a besar y se fue.
Al día siguiente, me hablo a horas de la tarde, para saber en qué andaba. Para no hacerla tan larga, me dijo que tendría casa sola y que si no quería ir para tomar algo... (esto ya lo vivi, así empezó el anterior...maldita sea...eres como el imbécil ese...NOOOOO!!!!!). Se ofreció a recogerme y a llevarme a mi casa. (los hombres cuando quieren algo, hacen hasta lo imposible). Dije tres veces que NO. Hasta que ya no insistió.
Conclusiones del tema:
- No todos son iguales, sólo que todos usan las mismas técnicas y si ya lo viviste una vez, ya sabes como actuar en una próxima oportunidad.
- Cuando los hombres obtienen lo que quieren, pierden interés o ya no están tan pendientes de una.
- Pero si una se muestra reacia, también se aburren y se van.
- He llegado a pensar que mi radar de detector de buenos chicos lleva descompuesto buen tiempo.
- Chicos, no es bonito que pretendan usarnos para una sola cosa. Si de verdad quieren, demuéstrenlo bien.
- Chicas, hombres buenos y respetuosos, quedan poquísimos.
- A veces quisiera tener pareja, pero con todo el casting que estoy pasando, cada día me convenzo de pasar mi adultez sola, viajando y disfrutando de mi vida sin hacerme bolas con nadie.
- De todo corazón, pensé en darle oportunidad a este chico. Lamentablemente, lo que no es para ti, no es para ti.
Y bueno, así culmina mi última decepción/caso/situación del corazón.
¿Quieren el próximo? les adelanto que es algo similar, con alguno matices propios de cada historia.
Cuidénse, y me escriben, quiero saber sus opiniones.
Un beso.
Sería tedioso compartir ahora tooooodoooo mi historial amoroso, así que empezaré por mi más reciente decepción (aunque en realidad han sido dos, pero una la tocaré a grandes rasgos ya que hay terceros implicados que no querrán enterarse que sin ser navidad, llevan bien puestos los cachos, cuales Rodolfos).
Obviamente, no daré nombre reales (o quizá sí). Sin embargo, la finalidad de este blog es solo poder sacar de mi cabeza y de mi mente todo lo que sé no me va a servir, lo que sé me está dañando de uno u otro modo, y sirva de materia para todas aquellas chicas, jóvenes y no tan jóvenes, que sufren del delirio amoroso, como yo.
Empecemos...
Estoy por cumplir 1 año soltera, y en este tiempo he estado tranquila, conociendo toda clase de chicos, retomando amistades pasadas, haciendo nuevas y, sobretodo, conociendome más.
Tranquila es un término literal, ya que cada chico que he conocido ha sido un mundo bastante distinto del otro, y en algunos casos, cual Freezer al planeta Veguita, tuve muchas ganas de destuir jaja.
El último mundo (caso, situación, suceso) se llama Renato (no es nombre real). Ingeniero de profesión, menor que yo por un par de años, algo risueño, tranquilo (eso decía yo), no tan guapo ni como a mí me gustan, pero me hacía reír y mostraba cierto interés, lo cual me gustaba.
Entre varios tira y jala (es decir, entre darnos a entender que si nos gustábamos y no) llego el día en que acepté compartir la movilidad con él (dije: por qué no? parece buenito). Ese mismo día, quedamos en salir la semana siguiente (situación que dudo muchísimo, se dé) a bailar o hacer algo. Camino a nuestras casas (ya que vivimos en la misma ruta) ibámos conversando, riendo, contándonos cosas de nuestra vida. Y en eso, en pleno transporte, POM! el primer beso (nunca tuve uno tan romántico, en plena vía expresa xD). Se ofreció en ir a mi casa y dejarme en la puerta (qué lindo, pensé). Camino a mi casa, seguimos conversando, besándonos, me tomó de la mano y comenzamos a caminar (más lindo!!!!). Ya casí llegando a mi casa, la situación se puso intensa y trato de proponer ir a otro lado (sí, a ese que están imaginando) a lo que, obviamente, le puse un pare, con mi carota de asada y mi mirada de tiburón. Nos volvimos a besar y se fue.
Al día siguiente, me hablo a horas de la tarde, para saber en qué andaba. Para no hacerla tan larga, me dijo que tendría casa sola y que si no quería ir para tomar algo... (esto ya lo vivi, así empezó el anterior...maldita sea...eres como el imbécil ese...NOOOOO!!!!!). Se ofreció a recogerme y a llevarme a mi casa. (los hombres cuando quieren algo, hacen hasta lo imposible). Dije tres veces que NO. Hasta que ya no insistió.
Conclusiones del tema:
- No todos son iguales, sólo que todos usan las mismas técnicas y si ya lo viviste una vez, ya sabes como actuar en una próxima oportunidad.
- Cuando los hombres obtienen lo que quieren, pierden interés o ya no están tan pendientes de una.
- Pero si una se muestra reacia, también se aburren y se van.
- He llegado a pensar que mi radar de detector de buenos chicos lleva descompuesto buen tiempo.
- Chicos, no es bonito que pretendan usarnos para una sola cosa. Si de verdad quieren, demuéstrenlo bien.
- Chicas, hombres buenos y respetuosos, quedan poquísimos.
- A veces quisiera tener pareja, pero con todo el casting que estoy pasando, cada día me convenzo de pasar mi adultez sola, viajando y disfrutando de mi vida sin hacerme bolas con nadie.
- De todo corazón, pensé en darle oportunidad a este chico. Lamentablemente, lo que no es para ti, no es para ti.
Y bueno, así culmina mi última decepción/caso/situación del corazón.
¿Quieren el próximo? les adelanto que es algo similar, con alguno matices propios de cada historia.
Cuidénse, y me escriben, quiero saber sus opiniones.
Un beso.
